
Por Valérie Tasso
Octubre 2005
UNA MANO DE HIERRO
EN UN GUANTE DE SEDA
UNA MANO DE HIERRO EN UN GUANTE DE SEDA
Gesto enérgico. Andar determinado. Manos que rebuscan entre el aire lo que está y lo que nunca estuvo. Talle enjuto. Cabello aplicado. Musculatura fibrosa. Grácil. Sublime de aquel Reino del Otro Mundo. Dama de Nemours. Lugar que triangula entre Orleáns, liberada un día de los ingleses por Juana de Arco y Versailles, plaza que viera bien de cerca a María Antonieta. Monique. Lady Monique de Nemours. Entre la Doncella de Orléans y María Antonieta. Entre el valor en bruto y la sofisticación, la batalla en barro y la corte en palacio, el “sin duda” bélico y un “quizá” bajo polvos de nácar, entre la ternura y la determinación, entre la belleza natural y la autoridad de estado.

